lunes, 23 de mayo de 2011

Anok

Hace algún tiempo ya que formulé mi propuesta sobre la mitología católica y lo que significa para mí. No voy a repetirme porque repetirse es mofarse de uno mismo.

Sin embargo, mientras cojo de pendejos a los nenes, me doy cuenta que todo este mito es una manera de convencerlos que hagan y se abstengan de hacer ciertas cosas durante el resto del año. Me imagino al primero que se le ocurrió este chantaje, y le llamaré Anok.

Anok estaba en su casa y Anokcito estaba jodiendo, portándose mal, y fustigando las gallinas con un palito y Anok le dijo: "El Sol no te va a traer regalos el día de Solsticio de Verano si no te portas bien" (Anok y su tribu vivían en el Hemisferio Sur.) El chamaquito miró al Sol, y como no pudo quedarse mirando, no lo pudo interrogar. Así que para no arriesgarse se portó bien.

Anokcito se lo contó a sus amiguitos y así hasta que la información le llegó a Pachuk el jefe de la tribu. Allí este, que no le gusta la competencia, y menos con algo tan poderoso como el Sol dijo: "Déjame hablar con Anok", y lo visitó a su casa. Y hablaron durante diez días y diez noches, porque esos antiguos eran unos exagera'os.

Y llegaron a una serie de entendidos, primeramente, los protagonistas tenían que ser personas y no astros como el Sol, porque quién carajo va a creer que el Sol va a llegar hasta la tierra a traer regalitos. Imposible!!!!! Más fácil y creible es que un niño recién nacido visite todas las casas de la tierra y discierna, sin conocerlos, cuál fue el comportamiento de cada niño.

Bueno, luego de acordada la esencia del visitante, hay que imbuirlo de alguna especie de divinidad; y aquí fue que se jodió la cosa, porque el cuento se hizo tan inverosímil, que hubo que creerlo por fe.

Y así han seguido componiendo el cuento con toda clase de pendejadas, para que Pachuk siga siendo el jefe de la tribu, y a Anok, Anokcito no lo joda más.

Feliz Navidad, ahí os dejo ...

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